sábado, 15 de noviembre de 2008

Este frío, el perdón, y mi sombra


Ésta sombra cansada ya de días
que repite y repite
la aventura, su única y
eterna aventura de seguirme,
llega y arriba a su hora parda
en apremio suicida.
Quiere ser soplo de polvo cósmico
alejarse de las pesadumbres
de esta muerta que ahora mismo
le remuerde el tiempo de haberle tenido
y no querer perderle.
quiere salir de la maleza
que tanto hirió caminos
hacia un cierto placer y confort
de un estar triste y melancólico.
Y yo,
desde mi ángulo diurno de cordura,
sin más armas que el simple amor
y mi melancólica morbosidad
le pido perdón
por haber cuidado tanto tiempo
de la lepra que cargo en mi sonrisa.

Alles Liebe
^^(°°)^^

4 comentarios:

Unknown dijo...

En el gesto agrio y amargo que los labios ejecutan al leer cada verso, se adivina más que se vislumbra, el reguero de sangre que han dejado al discurrir cuesta abajo por la mente.
No obstante espero equivocarme y deseo que la hora parda, troque su color por otro más suave, más alegre.

Un bico.

Infiernodeldante dijo...

El amor, como simple arma sin embargo, es la más poderosa. Dolorosas pero esperanzadas letras, corazón. Excelente poema. Como siempre. Un beso.

fonsilleda dijo...

Me has recordado una de nuestras canciones populares, quizá de las más hermosas. Es posible que la hayas escuchado en la voz de Luz Casal: "Negra sombra".
Unes y casas tus atormentadas letras de una manera tan especial que es muy raro que cada uno de los que te leemos no nos veamos reflejados o latiendo, almenos en un verso.

Anónimo dijo...

Este es un poema de esos que pueden tener muchas variantes e interpretaciones que hacen disfrutar al lector y sin duda lo consigue, por su atmósfera.

Aunque se puede dar una vuelta de hoja para pulir algunos detalles que no pienso expresar, para no caer muy pesado, así que usted misma tendrá que releer su poema y darse cuenta de ello, no digo más, chinita linda.

ah, sí, buen finde.