martes, 21 de octubre de 2008

Lejania

I
Sigue alejándote lejana lejanía,
que nadie te atrape,
déjales que muerdan polvos
de otros tiempos,
exacta calcomanía de la nada
atrápalos en su ignorancia
y que se quejen del maniana.

II
Que se queden con su naturaleza
en su otro tiempo,
sin habitáculos
con su roja colera
de piedra bruta
y con su rabia
de madre desposeida,
no entienden que su permanencia
en la misma cercania
no es otra más
que un deseo de volver a ser
por la distancia habitada.


III
Lejania?
Alcanzar lo que no existe?
difícil tarea de descubrir
como el saber
por qué he escrito
textos ricos en vivencias
que nunca he tenido.

Lejanía?
especie de promesa de dolor
sin sentido,
dimensión de desesperanzas
que provoca lo perdido.

IV
Alcanzar lo que se convoca
para que dejen de mirarme,
para que el acto
no sea provocación,
mucho menos
desafíos dirigidos,
para que esos besos
se consuman en sí mismos
sin testigos,
He dicho!
lejanía,
no me gustan tus juegos.


V
Que lejos estoy
de lo que no existe,
de esas sombras
que me acompaniaron noche y día.
Debería cerrar
todas mis puertas para
que nadie se aproveche
de mi escondida ausencia,
hay demasiado aire ya
en esta casa y
no permitiré que entren
más rumores, además
la significación de afuera
son sólo son mis propios ecos...


VI
Hay algo en esta tarde
que no me deja olerte lejanía,
una sensación abismal
en la conciencia
donde está el enorme caos
de todos los espacios,
y, yo
como mujer creadora
coordinando
y dando respuesta proveniente
de una memoria vivencial,
exijo una explicación
a tu transparencia.
Lejanía, placa de cristal
me hieres por estímulo auténtico.


VII
Te dibujo lejanía,
no te conosco
pero siento tu rumor
en la memoria,
recuerdo del vacío
en el que alguna vez anduvo,
síntomas de alguna hambre
muy larga,
sol que sonríe para sí mismo.
Lejanía, no te conosco
y se muy bien porque.

VIII
Quién puede hablar
de lejanía
si vive en ella?
quién que nada tenga
sino sólo éste instante?
quién sino el ruido
que me sobrevive
en algúna boca abierta
como maldición?
Lejanía
no sos ya de mí
te he perdido
al aprenderte en mis ojos
y al haberte sembrado
una maniana junto
al árbol ocre del olvido.


IX
La luz no hace falta,
horas que despueblan soledad
cuando se consiente el dolor
y las respuestas no sirven.
Hoy confirmo,
a mitad de mi claustro
donde la voz del mundo emerge
en cantos de grillos
y sonidos de sombras,
que nada hay más para llorar
desde la lejanía
que tu piel...


X
Lejanía,
autentica frente a la
e s t ú p i d a
alienación agresiva
del puerco mundo,
déjame en paz
con mis tiempos,
en mi armonía
con el orden
de algún universo
y mis torpes ideales.
Alejate ya lejanía
y déjame extraniarle
en mi silencio y así
acceder a lo más profundo
de tu gran mentira:
regresion
XI
Un día miré en la lluvia
como partía a un viaje
la plata de mis suenios,
arranque el mástil de mi patria
removí la tierra que te cubre a maldiciones,
ante ese reflejo
asombrada,
vi nuestras noches de amor inclementes
y el como nos hicimos fieras en las dulces
fauces de la lejanía...
Me alcanzó, me sostuvo en su mirada
de arena
maldita y total,
quebrándome los suenios
me hizo recordar lo que soy
y lo que me habita:
nardo negro y frío.

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