
A mi lobo que está tan lejos
Ésta, como tantas noches
he de acariciar en sueños
esa gran distancia
que separa mi sombra
de tu cuerpo
ese gran silencio
que nos da respuestas
de lo que no podemos ser
esa imaginación conciente
del precio que hemos de pagarle
al desgaste de no poder tenernos
esa tu alma fugitiva
en las moradas de la lejanía
de las propias venas del universo
ese mi aullido bestial envuelto
en tinieblas secretas
desvastadas por mi propia furia
y ese cerrar de puertas y
ventanas sin mover los labios
esperando la humedad del alba...
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