jueves, 11 de enero de 2007

Tierra


En la memoria, como en los sueños
estas aguas mías que no paran de girar
de pronto, se aquietan para cristalizar
la sombra hecha de mi destino.

Más o menos al alba, al resanar recuerdos
y al luchar denodadamente por ayudar,
con el sudor antiguo de estas manos
gastadas en soledad y polvo de olvidos
me es un extraño combate
el no reconocerme aún como vencida.

Conservo un modesto sitio llamado uleu
donde en lugar de condenarme a morir
me preocupare por borrar mi nombre
con la ausencia de esta sensación de peso.

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